Cuando cumplí 18 años acababa de terminar el instituto y tenía que buscar la universidad en la que quería estudiar, mi madre me ayudó mucho. Al final decidimos que me iría a Madrid, así que un día fuimos a conocer la universidad y a entregar la matrícula. Estábamos un poco perdidas, ya que era la primera vez para ambas, pero mi madre con todo su empeño por dejarlo todo bien hecho, se fue a buscar a alguien y trajo a un chico que estaba allí para entregar la matrícula también, le pidió que nos ayudara y el chico muy amablemente lo hizo, entregamos la matrícula y nos volvimos a casa.
Quedaba todo el verano por delante hasta que empezaran las clases y me fuera a vivir a Madrid y mi madre empezó a soñar cada noche conmigo, al día siguiente me decía “Isa esta noche he soñado contigo” he soñado que eras chiquitita y te peinaba y te decía “ahora sin dar pelazos” que te ha quedado muy bien el pelo (eso era lo que ella me decía siempre que me peinaba de pequeña). Y cuando llegó el momento de irme, estaba contenta porque sabía que me gustaba lo que iba a estudiar y que siempre me ha gustado mucho estudiar pero a la vez estaba un poco triste porque ya no me vería todas las mañanas de despertar ni todas las noches le daría su beso de buenas noches.
Si soy una persona íntegra no tengo la menor duda que eso se lo debo a mi madre. De pequeña no entendía porque me regañaba tanto y no me mimaba demasiado, siempre fue estricta, pero ahora sí lo entiendo y se lo agradezco, todo lo que soy se lo debo a ella. Ella me enseño a prescindir de lujos y caprichos cuando no es posible tenerlos, a valorar lo que de verdad importa y a madurar poco a poco como persona. Siempre fui de las primeras en el cole, antes de empezar la escuela sabía leer y fue gracias a “ella” que se sentaba conmigo y con mi hermano y nos enseñaba todo lo que sabía, nos decía que ella repitió un curso en el cole porque no sabía leer, mis abuelos apenas sabían y estaban muy ocupados en el campo como para enseñarla, así que ella no quería lo mismo para nosotros. Siempre estaba pendiente de todo lo referente a nuestra educación y nos apuntaba a todas las excursiones del cole y venía con nosotros. En verano nos apuntaba a natación, a mí me daba un poco de miedo, pero al final lo superé y aprendí a nadar.
Ahora que ya soy adulta es cuando me mima, confía mucho en mí y eso me encanta. Sigo viviendo en Madrid y de vez en cuando voy algún fin de semana a casa y me prepara comida para llevármela, me hace arroz con leche, magdalenas o Brownie. Me llama todas las noches por teléfono y si estoy enferma o me siento mal me llama más. La verdad que vale su peso en “oro” porque sabe hacer de todo, hasta sabe manejar el ordenador y ‘muy bien’, a veces chateamos y hace poco descubrí que sus contraseñas a parte de otras cifras llevan parte de mi nombre, incluso tiene una cuenta de correo con el nombre de mi hermano y el mío juntos. ¿Se puede pedir algo más?
Para mí, no es sólo mi madre, es una “gran persona”, de buenos sentimientos, discreta y muy capaz. Si no fuera mi madre me gustaría que fuera mi amiga.
En fin, una madre no es sólo la que te da la vida, si no la que te sigue, te acompaña, te aconseja y te apoya en tus decisiones aunque para ello tenga que decirte “estas equivocado”.
...no te olvides de decirle a tu madre lo maravillosa que es.
Pastora Soler le dedicó esta canción a su padre,
hoy yo quiero dedicarsela a mi madre y a todas las madres
Esta fue la respuesta de mi madre:
ResponderEliminarQUE PRECIOSIDAD me ha emocionado, muchas gracias mi niña,esque no lo he visto antes, que pena ,pero hoy voy a tener un dia genial