sábado, 18 de febrero de 2012

Los Visigodos (I Parte)

¿Quiénes fueron realmente "Los Visigodos"?¿Qué importancia tuvieron en España?
Desde mi blog, intentaré responder a estas y otras preguntas sobre tan misterioso y oscuro pueblo.

Los godos andaban siempre buscando una "tierra prometida" para su numeroso pueblo. Es lógico, por tanto, que sus primeros monarcas fuesen hombres de conquista, así, surge el primer rey visigodo de importancia, Alarico, que no aparece en la lista de los reyes godos porque nunca pisó España, aunque sin él no hubiese sido posible que su pueblo lo hiciese.

Como ambicioso aristócrata y caudillo godo que era, pugnó para que Roma le entregasé unas tierras que pudiera convertir en reino autónomo. Primero invadió Grecia (395) y luego Italia, en varias ocasiones, hasta ocupar finalmente Roma en el año 410. En la ciudad santa dio órdenes de saquear todo menos los templos cristianos, así como de respetar también los monumentos más significativos. Un comportamiento poco "bárbaro", que obedecía a la idea que acariciaba de convertirse él mismo en emperador. Con ese propósito, tomó como rehén a la princesa Gala Placidia, hija del emperador romano Teodosio el Grande.

Enardecido por sus victorias, pero necesitado de alimento para su ejército, se dirigió hacia Sicilia y la invadió sin ningún escrúpulo. Su siguiente objetivo era África, gran proveedor de alimentos del Imperio Romano, así que armó una flota, pero como los visigodos eran muy malos marinos, en una tormenta se echaron a perder todos los barcos y, junto a ellos, su sueño imperial. Después le sobrevino la malaria y murió en el 410.

Su sucesor fue su cuñado Ataúlfo, no menos aguerrido pero más pragmático, que renunció a la escalada de tensión con Roma. El por entonces emperador de Occidente, Honorio, también era consciente de no estar en la mejor de las situaciones y se avino a ceder un territorio a los visigodos si le devolvían a Gala Placidia y, sobretodo, si le ayudaban a recuperar el control del sur de la Galia, sumido en el caos por la merma del poder militar de Roma, y de Hispania donde había empezado a introducirse el emperador Constantino (general romano que aspiraba convertirse en Rey).

La aparición de los visigodos en el escenario galo aceleró la derrota del rebelde. Pero, cuando llegó el momento de compensarles por los servicios prestados, Honorio se negó a pagarles y Ataúlfo se negó a devolver a Gala Placidia, comenzando una nueva guerra. Durante el año 413, demostró su valía militar apoderándose de Narbona, Tolosa y Burdeos.

La princesa Gala Placidia volvió a convertirse en un factor clave, Ataúlfo la desposó para crear una dinastía mixta (romano-goda) con legitimidad entre ambos pueblos para reinar. La brillante ceremonia nupcial, celebrada en Narbona en 414, acabó de enervar a Honorio, quién ordenó armar un nuevo ejército poniendo cerco a Ataúlfo, que, ante el asedio a Burdeos, donde se encontraba, la hizo quemar y ordenó a su mujer, embarazada de su primer hijo, cruzase los Pirineos hacia el sur con su séquito. Él hubo de seguirla poco después, tras no poder mantener sus posesiones. "Los godos entraban en España".





Alarico I (395-410)


Ataúlfo (410-415)



Gala Placidia con sus hijos, Valentiniano III y Honoria

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